Queridos compañeros y amigos:
Lo hemos conseguido. Después de atravesar una serie de adversidades, finalmente nos hemos graduado. Qué rápido pasaron aquellos días de redacción
Qué rápido nos hemos convertido en todos unos profesionales. En este momento y con nuestra carrera detrás nuestro los invito a recordar lo que hemos aprendido.
Es innegable la importancia de los conocimientos adquiridos aquí, pues constituyen las herramientas principales que tenemos para enfrentarnos al mundo laboral o para seguir preparándonos. Pero por otro lado, considero de igual relevancia las experiencias de la vida cotidiana universitaria. Todos nosotros hemos aprendido de las desveladas, de los exámenes, de los legendarios proyectos finales y hasta de las fiestas o las noches de antro que terminaban con la clase de las 8 de la mañana del otro día, Sin lugar a duda todas estas vivencias nos han enseñado igualmente lecciones muy valiosas.
Las pruebas de responsabilidad, madurez y entereza que nos presentó la vida rivalizan en dificultad con los ahora lejanos exámenes finales.
Hoy que por fin hemos terminado es importante hacer un recuento de todo lo que nos llevamos para siempre de la UNT. Nuestra alma mater nos ha dado mucho más que sólo conocimientos, nos ha dado lecciones de vida.
Esto no sólo representa lo que aprendimos en la universidad, representa también todo lo que aprendimos fuera de ella y con él debemos recordar a todas las personas que hicieron posible este momento.
A nuestros maestros, que dejaron parte de sí mismos para lograr hacernos entender algo, a nuestros asesores, que nos dedicaron un año de consejos y enseñanzas. Ciertamente hubo momentos en los que no entendí tanta exigencia y creí no poder manejar la presión, pero ahora todo cobra sentido y sólo gratitud ha quedado de aquellos sentimientos.
A nuestros amigos, los verdaderos amigos que sin pedirlo probaron su cariño y lealtad en los momentos más duros, en aquellos momentos en que tuvimos que luchar contra nosotros mismos para seguir adelante. Las pláticas de madrugada, las risas y hasta las broncas y las mentadas han creado un vínculo inquebrantable que nos mantendrá juntos física o mentalmente por el resto de nuestras vidas. Al igual que muchos de ustedes, tuve la fortuna de encontrar verdaderos amigos aquí, me llevo conmigo un sinnúmero de recuerdos valiosísimos y la certeza de que ellos al igual que yo, estaremos dispuestos a ayudarnos siempre.
Finalmente a nuestra familia que siempre estuvo al pendiente de nosotros con su apoyo incondicional. Es cierto que fuimos nosotros quienes nos enfrentamos a las pruebas de la universidad, pero nunca estuvimos del todo solos. Una simple llamada, una palabra de aliento, un "¿te puedo ayudar en algo hijo?" o el clásico y completamente inocente "ya vete a dormir" fueron el combustible extra que necesitábamos. A todos ustedes debemos en gran medida encontrarnos aquí, de verdad, muchas gracias.
Hoy terminamos una carrera y comenzamos otra. Una nueva carrera llena de oportunidades, de obstáculos y de aprendizaje. La UNT nos ha dado una llave con la que podremos abrir muchas puertas, pero sólo de nosotros dependerá mantenernos dentro. El reto está frente a nosotros, desafiándonos. La decisión es nuestra. Llegó el tiempo de utilizar la llave para abrir la puerta que más nos convenga, llegó la hora de utilizar las herramientas para asegurar nuestro lugar, llegó el momento de echar mano de toda nuestra experiencia y demostrar de qué estamos hechos.
Les deseo sinceramente mucho éxito en cada uno de sus proyectos y planes personales, ya sea trabajo, maestría o doctorado. Sintámonos orgullosos de este nuestro logro, disfrutémoslo y aprovechémoslo.
Muchísimas felicidades! Gracias UNT.
Lo hemos conseguido. Después de atravesar una serie de adversidades, finalmente nos hemos graduado. Qué rápido pasaron aquellos días de redacción
Qué rápido nos hemos convertido en todos unos profesionales. En este momento y con nuestra carrera detrás nuestro los invito a recordar lo que hemos aprendido.
Es innegable la importancia de los conocimientos adquiridos aquí, pues constituyen las herramientas principales que tenemos para enfrentarnos al mundo laboral o para seguir preparándonos. Pero por otro lado, considero de igual relevancia las experiencias de la vida cotidiana universitaria. Todos nosotros hemos aprendido de las desveladas, de los exámenes, de los legendarios proyectos finales y hasta de las fiestas o las noches de antro que terminaban con la clase de las 8 de la mañana del otro día, Sin lugar a duda todas estas vivencias nos han enseñado igualmente lecciones muy valiosas.
Las pruebas de responsabilidad, madurez y entereza que nos presentó la vida rivalizan en dificultad con los ahora lejanos exámenes finales.
Hoy que por fin hemos terminado es importante hacer un recuento de todo lo que nos llevamos para siempre de la UNT. Nuestra alma mater nos ha dado mucho más que sólo conocimientos, nos ha dado lecciones de vida.
Esto no sólo representa lo que aprendimos en la universidad, representa también todo lo que aprendimos fuera de ella y con él debemos recordar a todas las personas que hicieron posible este momento.
A nuestros maestros, que dejaron parte de sí mismos para lograr hacernos entender algo, a nuestros asesores, que nos dedicaron un año de consejos y enseñanzas. Ciertamente hubo momentos en los que no entendí tanta exigencia y creí no poder manejar la presión, pero ahora todo cobra sentido y sólo gratitud ha quedado de aquellos sentimientos.
A nuestros amigos, los verdaderos amigos que sin pedirlo probaron su cariño y lealtad en los momentos más duros, en aquellos momentos en que tuvimos que luchar contra nosotros mismos para seguir adelante. Las pláticas de madrugada, las risas y hasta las broncas y las mentadas han creado un vínculo inquebrantable que nos mantendrá juntos física o mentalmente por el resto de nuestras vidas. Al igual que muchos de ustedes, tuve la fortuna de encontrar verdaderos amigos aquí, me llevo conmigo un sinnúmero de recuerdos valiosísimos y la certeza de que ellos al igual que yo, estaremos dispuestos a ayudarnos siempre.
Finalmente a nuestra familia que siempre estuvo al pendiente de nosotros con su apoyo incondicional. Es cierto que fuimos nosotros quienes nos enfrentamos a las pruebas de la universidad, pero nunca estuvimos del todo solos. Una simple llamada, una palabra de aliento, un "¿te puedo ayudar en algo hijo?" o el clásico y completamente inocente "ya vete a dormir" fueron el combustible extra que necesitábamos. A todos ustedes debemos en gran medida encontrarnos aquí, de verdad, muchas gracias.
Hoy terminamos una carrera y comenzamos otra. Una nueva carrera llena de oportunidades, de obstáculos y de aprendizaje. La UNT nos ha dado una llave con la que podremos abrir muchas puertas, pero sólo de nosotros dependerá mantenernos dentro. El reto está frente a nosotros, desafiándonos. La decisión es nuestra. Llegó el tiempo de utilizar la llave para abrir la puerta que más nos convenga, llegó la hora de utilizar las herramientas para asegurar nuestro lugar, llegó el momento de echar mano de toda nuestra experiencia y demostrar de qué estamos hechos.
Les deseo sinceramente mucho éxito en cada uno de sus proyectos y planes personales, ya sea trabajo, maestría o doctorado. Sintámonos orgullosos de este nuestro logro, disfrutémoslo y aprovechémoslo.
Muchísimas felicidades! Gracias UNT.